Asma y primavera

El asma es una enfermedad que afecta a los bronquios y hace que estos se obstruyan produciendo tos y dificultad para respirar.

Con frecuencia, los síntomas bronquiales se acompañan o están precedidos por síntomas en la nariz, como estornudos y secreción acuosa. También en los ojos, como enrojecimiento, lagrimeo y picor. Es lo que se llama rinitis y conjuntivitis.

Cuando aparecen uno o varios de estos síntomas en primavera, es posible que estén relacionados con alergia al polen.

La manifestación más severa de la alergia es el asma y es una de las causas más frecuentes que lleva a las personas a un servicio de urgencias, dado lo alarmante que es la sensación de dificultad respiratoria.

Los pólenes son granos microscópicos que forman parte del aparato reproductor de las plantas. Durante la época de polinización son transportados por el viento a mucha distancia. Dependiendo de la concentración en el aire, el riesgo de que un alérgico desarrolle síntomas es mayor o menor.

En Andalucía y en general en el sur de España, las características climatológicas hacen que las concentraciones de polen puedan ser muy elevadas durante muchos días del año, especialmente en primavera.

Las plantas que más alergias suelen producir en nuestra zona son las gramíneas y el olivo. En las ciudades también es frecuente la sensibilidad al polen de plátano de sombra, un árbol muy utilizado para decorar y dar sombra en avenidas y jardines. Otras muchas especies de hierbas y árboles pueden producir alergia y por lo tanto asma.

¿Qué haces?

Si tiene algunos de los síntomas descritos y aún no ha sido diagnosticado, no se automedique. Consulte a su médico. Si ya sabe que es alérgico al polen, intente disminuir la concentración de polen en su casa y en su vehículo.

Consejos para alérgicos al polen

Asma y ejercicio físico

Algunas personas con asma presentan crisis al realizar ejercicio físico. Es muy posible que eso ocurra porque su problema no está suficientemente controlado.

Inicie el ejercicio con una sesión de pre-calentamiento prolongado y progresivo. Una vez iniciado, procure que el ejercicio sea a intervalos. Evite zonas con aire frío y seco para hacer ejercicio. Si presenta tos y dificultad respiratoria, detenga el ejercicio y procure ayuda.

Recuerde que muchos deportistas de élite padecen asma, lo que no les impide desarrollar su actividad. Se calcula que entre el 5 y el 10 por ciento de los atletas que participan en una olimpiada son asmáticos.

La diferencia está en hacer el ejercicio con el problema controlado o no. Ante cualquier duda consúltenos.